La cuarta conferencia de las XXVII Jornadas de Historia y Arqueología de Jimena de la Frontera ha sido "La sal y las salinas de interior en la Prehistoria e Historia Antigua: algunos ejemplos en la provincia de Cádiz" ofrecida por Santiago Valiente, que ha sido presentado por el secretario de la Asociación Tanit Eduardo Navarro, el sábado 14 de mayo de 2022 en la Iglesia de la Misericordia.
EL AUTOR
Doctor en Arqueología por la Universidad Autónoma de Madrid
Catedrático de la Escuela de Restauración y Bienes Culturales de Madrid donde fue subdirector y director
Más de cien artículos de investigación en diferentes comunidades autónomas y América, donde también ha realizado prospecciones arqueológicas
"La sal y las salinas de interior en la Prehistoria e Historia Antigua: algunos ejemplos en la provincia de Cádiz"
Por Santiago Valiente Cánovas (conferenciante) y Francisco Giles Pacheco.
Resumen
La sal ha sido y sigue siendo uno de los productos imprescindibles en la vida y en la alimentación de la inmensa mayoría de los seres vivos. Es un elemento que está presente en la naturaleza, de varias formas o estados.
En estado sólido la conocemos como roca de sal, sal gema o halita y se sigue extrayendo en la actualidad en varios continentes. En España destacan las minas de Cardona (Barcelona), cuya explotación parece que arranca desde el Neolítico, las de Remolinos (Zaragoza), y Minglanilla (Cuenca), estas últimas ya citadas por el escritor romano Plinio.
En estado líquido es la salmuera, que posee diferentes grados de salinidad. Su explotación también parece que se inicia en el Neolítico en la zona continental o del interior peninsular. Tiene un amplio desarrollo entre el Calcolítico y las Edades del Bronce hasta la llegada de los pueblos colonizadores y los romanos. El sistema empleado para obtener sal, sería el de someter a la salmuera a un proceso de calentamiento en recipientes de barro, en una primera fase en cocederos u hoyos abiertos en el suelo o posteriormente, en hornos de madera y barro donde se calentaban las aguas. A continuación se rompían las vasijas y se extraía los panes de sal. Este sistema creaba un depósito de fragmentos cerámicos mezclados con barro cocido y cenizas que se denomina briquetage. En otros casos la salmuera que se calentaba en estos recipientes, creaba una masa aún pastosa que se recogía en pequeños cestos confeccionados en fibra vegetal y se colgaban para que el sol y el viento los secara, y así también se conseguía la sal.
El sistema de obtener sal por acción solar (insolación) es el que predomina aún hoy día de forma generalizada en todo el mundo. Se trata de recoger la salmuera procedente de una bocamina o de un manantial y llevarla a unos calentadores donde pasado un tiempo se pasa a los cristalizadores o eras de poca profundidad donde el sol y el viento precipitan la sal. El periodo estacional donde se obtiene la sal varia de unas regiones a otras, generalmente irían entre los meses de mayo a septiembre.
Este método de insolación sustituyó al de ignición o de fuego, fue introducido en la Península por los primeros colonizadores, y tuvo una amplia aplicación y difusión en época romana. En la provincia de Cádiz, las investigaciones recientes no muestran por el momento, vestigios de briquetage, sobre el empleo de métodos de ignición para obtener sal. Sin embargo, en el municipio de Prado del Rey, se han documentado restos de balsas de cristalización de época romana en la Vega Salada de este municipio. En las cercanías de esta salina se ubica la ciudad romana de Iptuci y encontramos las instalaciones de otras salinas conocidas como las de Raimundo, Hortales, El Molino y el Carmen, que han estado funcionando hasta mediados del siglo XX. De todas ellas la de Raimundo, hoy conocida como las salinas romanas de Iptuci, se ha remodelado y puesto en valor, produciendo sal y abriendo sus instalaciones al público.
----
---